Mudá
A 118 km de la capital palentina se encuentra la acogedora población de Mudá, en plena Montaña Palentina. Parece que su nombre hace referencia a la “Muga”, que era la frontera en la época prerromana refiriéndose a la peña llamada el humano y su correspondiente mirador.
Dentro de sus muchas cuevas se han encontrado restos de ocupaciones prehistóricas. Posteriormente se erigió como fortaleza y acogió a varios pueblos a lo largo de su historia: cántabros, suevos, visigodos… Durante estos años fue el centro político de la zona hasta el año 811. Desde finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, dispuso de multitud de minas que fueron el principal medio de vida.
De los restos del antiguo castillo, que se ubicaba en lo alto de un peñón, sólo se conserva su nombre: Laltara. Llama la atención su esbelta ermita del Oterillo, la cual fue declarada monumento histórico-artístico en julio de 1993. Es de época románica, y muestra de ello son algunos de sus elementos como la bóveda de cañón de sus cubiertas o el ábside cuadrado, en el que se pueden observar pinturas del siglo XV. No es el único monumento con la esta declaración, ya que la iglesia de San Martín también lo posee.